Tuesday, March 23, 2010

jose david solis noguera


Fernando IX University
Periodismo para la gente

¡UN PAIS DE PADRES RICOS!


Los colombianos que eligieron a Aurelio Iragori Hormaza, Carlos Cárdenas Ortiz, Carlos Ferro Solanilla y a Eduardo Enríquez Maya; senadores de la república, jamás imaginaron el daño que le causarían al futuro del país, cuando estos honorables padres de la patria centran todos sus esfuerzos en presentar proyectos de ley que buscan el bien particular llenando aún más sus bolsillos, dejando de trabajar por las comunidades que en algún momento confiaron en ellos. Lo anterior lo digo ya que en este momento avanza una iniciativa que busca reajustar las pensiones de los congresistas, propuesta por los senadores mencionados anteriormente. Este proyecto de ley, pretende modificar la Ley No. 4 de 1992, argumentando que se ha violentado el derecho fundamental a la igualdad de los congresistas pensionados, ya que dicha ley no diferencia, distingue o discrimina entre senadores y representantes a la Cámara con otros empleados públicos. Por esa razón, desde esta columna, respetuosamente quiero sentar mi voz de protesta por el desacierto de estos congresistas al querer cambiar el futuro económico de los 268 parlamentarios donde cada uno se gana mensualmente la bobadita de $16.884.166 – treinta y cinco salarios mínimos mensuales - y con el reajuste, la pensión de estos subiría cinco millones – casi 22 millones de pesos netos -. Todos los días me inunda un sentimiento de culpa ajena, culpa que deben sentir esos colombianos que votaron por una “parrandada” de delincuentes de corbata que asesinan las ilusiones de un pueblo que infortunadamente necesita de ellos. Nos siguen metiendo los dedos a la boca y nosotros aún no marchamos en contra de la corrupción, parece que no somos iguales, que no sentimos lo mismo y que los malos para unos, son los buenos para otros. ¡Por Dios! ¿Qué es esto?

En Colombia: ¡QUE TRABAJO CUESTA SER NIÑO!


Por donde usted mire se encuentra a un niño trabajando en diferentes sectores de la economía de las ciudades de Colombia, realizando actividades domésticas en cualquier casa, pidiendo limosna ó vendiendo toda clase de chucherías. Según el censo del 2005 de los 11.917.167 niños que viven en Colombia, 2.020.317 forman parte del comercio callejero, la explotación sexual infantil y en el tan reprochable conflicto armado.
A los niños más pobres les cuesta trabajo ser niños ya que el grado de miseria de muchos de sus hogares los lleva a tener que ayudar en sus casas desde que tienen uso de razón y a muchos les toca aguantarse el inclemente sol del día y el incesante frío de la noche en brazos de sus madres, cuando estas los ponen de parapetos humanos para recibir cualquier moneda. Mi pregunta a la triste realidad de nuestros niños utilizados como mercancía humana es: ¿Quién es el responsable? ¿El estado? que ha desprotegido a los más débiles, ¿los padres? que lo han convertido en un negocio que les deja muchas utilidades ó ¿la sociedad? que es indiferente ante la situación de pobreza y la falta de oportunidades de estos niños. Es que ver a un niño en la calle le parte el corazón a cualquiera que aún sienta el dolor que deja el desamparo estatal, el maltrato de los padres y la mirada que señala y juzga de tanta gente que camina por las calles de la vida sin ningún problema. Los niños deberían disfrutar su condición de ser niños, jugar, hacer amigos en las escuelas, sonreírle a las oportunidades.
Hemos privado a nuestros niños de ser niños y les hemos quitado el derecho a vivir como niños, a ellos les está costando trabajo ser niños cuando desde pequeños tienen que trabajar para sacar adelante a sus hermanos y madres.
En Colombia el estatuto del niño y del adolescente prevé la abolición de toda actividad laboral por debajo de los catorce años de edad, ofreciéndole garantías a los niños de mantener necesidades diferentes a las de trabajar en un escenario de aprendizaje. Según el marco legal en Colombia, Constitución política de Colombia de 1991: Art. 44: Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ellos, el cuidado y el amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. (...); Art. 53: El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales: Igualdad de oportunidades para trabajadores: remuneración mínima vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad de trabajo, estabilidad en empleo, irrenunciabilidad a beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir y conciliar sobre derecho inciertos y discutibles; situación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derechos; primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales, garantía a la seguridad social, capacitación, el adiestramiento y el descanso necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad. En el papel resulta romántico, pero su fragilidad legal nos entrega a 393.058 niños en la agricultura; 338.985 niños en la industria; 132.842 niños en servicios; 92.030 niños en transporte y comunicaciones; 46.418 en construcción; 27.198 niños en inmobiliarias; 19.544 niños en minas y 8.735 niños en canteras. Estas cifras muestran que no se está haciendo nada por combatir las peores formas de maltrato infantil a través de las actividades laborales. Entonces: ¿Qué se debe hacer cuando las leyes en este país son tan flexibles? Pues nos toca a los colombianos, habitantes de este mundo, ciudadanos sensibles del extranjero y toda aquella persona que siente este doloroso panorama como suyo, unirnos y empezar a trabajar entorno a la reivindicación de los valores humanos de estos niños a través de la generación de oportunidades sanas, abriéndole espacios de recreación social y apoyándoles en su mejoramiento personal.
En Colombia cuesta trabajo ser niño sino hacemos algo pronto, sino velamos por los derechos de los niños, como el derecho a la educación, la salud, el uso adecuado del tiempo libre, un buen trato por parte de los padres, un ambiente propicio para el desarrollo y a no ser vinculados en trabajos peligrosos. El estado colombiano los tiene desprotegidos y los adultos ciudadanos como usted y como yo debemos buscar los medios para asumir la responsabilidad económica que implica brindarle mejores opciones de vida a los niños.
En el papel de mejorarle la calidad de vida a los niños es de suma importancia hacer un trabajo fuerte con los colegios para que estos niños no deserten de las aulas de clase y se pueda generar la confianza necesaria para que expongan sus dificultades y así darle soluciones a la problemática de permitir que se alejen de la educación.
Sembrando en el papel, quiere invitar a los compañeros amigos de Municipalidad y Cultura, a los lectores de aquí y de allá y a los ciudadanos del mundo a que construyamos entre todos un mejor escenario de paz y que a través de las palabras multipliquemos esta problemática con el objetivo de mostrar lo que pasa en los países latinoamericanos, para evitar que esto crezca y se nos salga de las manos.
Por Colombia y por el mundo, ¡No más niños en las calles trabajando!

LOS DERECHOS DE LA CIUDAD


La cruel indiferencia de muchos de los que vinieron de otras partes del país a vivir y a trabajar; y la de muchos otros que hacen parte de la raíz de Cali al haber nacido y crecido, ha permitido que la capital mundial de la salsa, no pueda hablar, no pueda escribir, no puede ni siquiera pensar, esté cohibida de ser. Cali no se puede privar del derecho de soñar, reír, acariciar y sentirse amada. Los caleños debemos hacerla respetar, rendirle culto a la dignidad plena de sus calles y no mancharlas con la sangre de nuestra gente. Todo el mundo, negro, mestizo, blanco, pobre, rico, alto, flaco, gordo, católico, evangélico, agnóstico, ateo y demás, tienen el compromiso de hacer valer los derechos de la ciudad para este 2009, de día y de noche, hasta que nuestra identidad de caleños dejé limpios los caminos de la zozobra social frente a la diversidad cultural de los habitantes de esta bella ciudad. Cali desde ahora clama algunos de los siguientes derechos para hacer cumplir en este año: 1. Derecho a la libertad visual: ¡No más avisos publicitarios!, Cali quiere verse desde afuera; 2. Derecho al silencio: ¡No más pitos innecesarios!, Cali quiere dormir tranquila; 3. Derecho a la prudencia: ¡No más carros en los andenes!, Cali no quiere ser pisoteada; 4. Derecho a la privacidad: ¡No más escritos vulgares en sus paredes!, Cali quiere verse bonita; 5. Derecho a la limpieza: ¡No más bolsas, tarros, envases, etc. en sus calles! Cali quiere estar aseada. Los colombianos gracias a la Constitución Política Nacional estamos amparados y tenemos derechos y deberes como ciudadanos y ahora queremos empezar a implementar de manera pedagógica los derechos de la ciudad, ya que Cali está olvidada, ultrajada y humillada y en muchas ocasiones le ha tocado guardar silencio y no se ha manifestado. ¡Ya es hora!

LA HERENCIA DE LOS GRUPOS ARMADOS

Según el estudio: “la niñez en el conflicto armado” de la Defensoría del pueblo, el 83% de los niños y niñas que viven en zonas donde existe conflicto en los pueblos más vulnerables de Colombia han ingresado de forma voluntaria a los grupos armados ilegales y de acuerdo con el mismo estudio la edad de vinculación oscila entre los 7 y los 14 años. “yo me fui, pero engañada porque me prometieron plata y estudio” frase de una niña desvinculada de un grupo guerrillero, de los 3590 niños que han pasado por el programa de atención de niños y jóvenes desvinculados de grupos armados ilegales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

Esta preocupante situación - en donde nuestros niños están siendo manipulados al encanto que ofrece la guerra a partir de un discurso ideológico que no tiene argumentos por parte de esos grupos - es causa de la cultura familiar de algunos hogares en donde el uso de la violencia de los padres - que aún no entienden que a los niños no se les pega y que se forman y se educan de otra manera - lleva a estos jóvenes a refugiar sus sueños y su niñez en un uniforme camuflado, en el porte y uso de armas y en el raspar de coca en los cultivos ilícitos. Esta grave realidad forma parte del cotidiano del conflicto militar del país y ha llevado a ver morir cientos de niños que en muchos de los casos obligados por su ambiente familiar, en busca de un mejor mañana convencidos por un guerrillero o por simple decisión sin percibir la magnitud de pertenecer a un grupo como las FARC, ELN o Autodefensas han caído en las garras de la muerte. Estos niños y jóvenes llegarán a ser los grandes matones del futuro sino se hace algo pronto por salvar sus vidas.

En las FARC el secretariado no tiene más de cinco años de existencia, van muriendo por viejos o por la efectividad de la seguridad democrática del actual gobierno y por esa razón los próximos mandamases de la guerra serán niños que heredaron este conflicto y tienen las armas para libertar a los pueblos a través del secuestro y las torturas.

No podemos permitir eso.

ALFONSO CANO: ¿Por qué no despierta?

Los presidentes: Ortega, de Nicaragua; Correa, de Ecuador y Chávez, de Venezuela; aún no aceptan que la guerrilla colombiana le sigue haciendo daño a la democracia de nuestro país de manera terrorista y violenta e irracionalmente defienden una causa guerrerista de izquierda que ya dejó de ser por y para el pueblo hace más de veinte años. Estos personajes – que merecen todo el respeto de los colombianos porque fueron elegidos por sus compatriotas para gobernar sus respectivos países – están con sus declaraciones de apoyo decidido a las FARC y su irrespetuosa y desobligante intervención en Colombia, dejando la historia de la lucha de clases, a Guevara, a Camilo Torres y hasta al mismo Fidel Castro por el suelo, así la izquierda no haya cambiado muchas cosas.

Las últimas marchas realizadas en Colombia donde se le ha dicho a la guerrilla: ¡Basta ya!; deja en claro la posición del país frente su la terca razón de seguirnos matando, secuestrando, torturando y demás injustificables hechos de violencia.
Aunque en muchos de los casos no he estado de acuerdo con la política del gobierno Uribe, quiero manifestar mi voz de apoyo a su trabajo por combatir a esos inhumanos seres que dicen llamarse: “Secretariado”. Me da mucha tristeza que los más de quince mil activistas que tiene la guerrilla hoy en día estén secuestrados por un plato de comida, un techo ó por obligación.

Alfonso Cano al mando y el “Mono” Jojoy como cabeza militar de ese grupo armado, vivieron la cortina de hierro, estudiaron en Europa y saben muy bien de que se trata el comunismo; a diferencia del fallecido “Tirofijo” que era un simple campesino sin formación. Entonces yo pensaría, que desde esa perspectiva, aún se podría dialogar.
La pregunta que surge es: ¿Por qué no se tocan y despiertan de ese sueño que para los colombianos se ha convertido en una pesadilla que no merecemos?

EN ALTO RIESGO ZONA DE LADERA

POLVORINES ESTÁ EN PELIGRO

La comuna 18 hace parte del sector sur occidental de la ciudad de Santiago de Cali, creada según el acuerdo 15, de agosto 11 de 1988 y ocupa un área bruta de 543.64 hectáreas, en donde se encuentran 18.922 viviendas.

Al menos 40 damnificados y más de 10 casas destruidas dejan las fuertes lluvias caídas sobre la Comuna 18 de está ciudad, como consecuencia de la ola invernal que afecta a gran parte del territorio nacional en estos últimos días.
“La ciudadanía caleña de está zona de ladera solicita a los organismos pertinentes se le visite al menos para comprobar que les ha ocurrido”, señaló Paola Azain (en la foto), afectada por el invierno y habitante de la comuna 18, sector la cañada en Alto Polvorines.
La zona de ladera, Comunas 1, 18 y 20 se encuentran en alto riesgo debido a su ubicación geográfica en la ciudad y son receptoras de toda una clase de problemáticas sociales.
Para el año 2001 la comuna 18 contaba 98.861 pobladores, creciendo a un 1.07% anual. En los últimos años, la población es el 4.5% de los habitantes de la ciudad.
Por tal razón, uno de los sectores que registra alto peligro para deslizamientos y derrumbes en esa zona es Alto Polvorines cuando el invierno ha dejado a decenas de familias sin techo y a algunas casas bastantes comprometidas.

COLOMBIA: !País de ARTE-FACTOS!

En Colombia las ofensivas militares por parte del ejército al combatir las guerrillas, juegan un estruendoso papel de seguridad al afectar de manera alarmante las condiciones de supervivencia de los campesinos de las zonas más vulnerables de la patria, al producir ataques – en muchos de los casos indiscriminados - a la población civil que vive el conflicto armado con zozobra y miedo y que día a día enfrentan las huellas que dejan estos grupos armados en sus zonas, como consecuencia de una guerra aberrante e inhumana. Cuando hablo de huellas, me refiero a las “minas antipersona”, esas que han acabado con la ilusión de más de un colombiano de salir adelante y que reflejan en el mundo entero una de las más grandes problemáticas del país. Lo anterior deja como resultado una serie de violaciones al derecho internacional humanitario cuando la dinámica del conflicto tiene a 668 municipios del país con siembras y abandonos de minas antipersona.

Según el último informe presentado en Ginebra por el Monitor de Minas Terrestres, nuestro país sigue ocupando el primer lugar en el mundo por accidentes con minas y tiene al departamento de Antioquía registrando él más alto índice en incidentes por ese tipo de artefactos con un 19.8% mientras a las madres de la guerra les ha tocado ver enterrar a más de 1.554 colombianos producto del inhumano conflicto social, militar y político de la nación. En los últimos 18 años el Valle del Cauca ha entregado al dolor de la región: 55 accidentes y 155 incidentes.
Colombia necesita una política seria de atención integral a las víctimas y una educación para el riesgo que prevenga ésta clase de atentados a la dignidad humana en toda su expresión.

¡POR COLOMBIA, No más minas por favor!

SE DESAPARECIÓ EL DUENDE

“A las tierras sin nombre y sin números bajaba el viento
desde otros demonios, traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados devolvía las flores
y las vidas. En la fertilidad crecía el tiempo”
(Pablo Neruda)

En 1996, Abelardo Salgado Londoño, logró con su trabajo como ambientalista a favor de los ecosistemas del valle del Cauca descubrir -a través de su intensa investigación como hijo de Pacha Mama en unión con los espíritus para rescatarla de la destrucción- el primer parque natural regional del país bautizado como el páramo de “El duende” localizado en la cordillera occidental entre los departamentos de Valle y Chocó.
Los amigos de Salgado – que son muchos - lo llaman cariñosamente “el duende”, en homenaje a su descubrimiento, cuando se comprometió en cuidar en todas sus formas a los animales, a las plantas y a todo aquel ser que tiene derecho a disfrutar la armonía que ofrece la tierra.
Este gran hombre, amigo de la naturaleza que actualmente coordina la Fundación Ecológica Fenicia Defensa Natural – FEDENA, que durante más de diez años ha venido desarrollando actividades por la preservación del medio ambiente en el centro del valle y creador del carnaval de “El duende” en Fenicia, se encuentra desaparecido desde el pasado lunes 31 de marzo de 2008.
Abelardo Salgado ha contribuido al fortalecimiento de la red de turismo del centro del Valle y ha posicionado más de un proceso ambiental de la región. Este super héroe ambiental en 1996 alcanzó a través de unas fotografías que registró por insistente y perseverante mostrar lo que la autoridad ambiental del Valle jamás había logrado. La existencia de este bello páramo se la debemos al duende Salgado.
Desde este espacio de opinión rogamos por el pronto regreso de este amante cautivo de la Pacha Mamá vallecaucana.

LEY CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
(Artículo 1, Declaración Universal de Derechos Humanos)

Aunque nuestra constitución es clara al decir que en Colombia no debe existir discriminación alguna, el estado no reconoce que la hay y no señala los actos que pueden ser vistos como discriminación. La senadora Gina Parody ha presentado un proyecto de ley en el congreso contra la discriminación en Colombia y espera que en menos de un año se tengan los resultados deseados por más del cincuenta más uno de los colombianos. Este proyecto nació de la necesidad sentida de saber que la igualdad material no existe en Colombia, cuando los estudios especializados en este tema aseguran que mientras el hombre gana 100 pesos; la mujer gana 80 pesos en el mismo cargo. Este proyecto de ley tiene como base dos herramientas de defensa para las personas discriminadas y se tiene como bandera de protección la que el empleado de cualquier empresa ya no tiene que ir a demostrar que está siendo víctima de discriminación sino que ya tiene la posibilidad de descargar plenamente la prueba. Como quien dice: se invierte la carga de la prueba convirtiendo este proyecto de ley en un derecho colectivo en donde se podrán interponer acciones populares que son mucho más expeditas con sanciones en derecho e indemnizaciones grandes cuando se trate del derecho colectivo a la no-discriminación. A partir de la aprobación en pleno de esta ley se contará con dos delitos nuevos: instigación a la discriminación y denegación de servicio. El primer delito es para todo aquel que promueva que hay que discriminar desde cualquier espacio nacional; y el segundo delito es para las empresas que practiquen la discriminación con sus empleados obteniendo una sanción pecuniaria de hasta 500 salarios mínimos. ¡Ahora sí! A castigar a los discriminadores. Y para cerrar sin pelos en la lengua mi columna de opinión, me pregunto: ¿Los paramilitares, las fuerzas militares ó la guerrilla tendrían que asumir otro delito más por su responsabilidad en el desplazamiento de nuestros hermanos campesinos e indígenas?

MILITARES ASESINARON A CAMPESINO EN EL CATATUMBO (Otro falso positivo)

Nuevamente el Ejército Nacional arremete contra la población campesina del Catatumbo colombiano. En esta ocasión la víctima es José del Carmen Durán Téllez, un campesino de 33 años de edad, padre de tres menores, quien fue ejecutado por el ejército en la vereda Costa Rica del corregimiento de San Juancito, en Teorama (Norte de Santander).

El martes 18 de marzo de 2008, José del Carmen salió de su finca en la vereda Costa Rica hacia la finca de su suegro, que queda en la misma vereda, por una medicina que él necesitaba ya que padecía de asma. Al llegar nuevamente a su hogar en compañía de un vecino, alrededor de las tres de la tarde, el ejército estaba en su vivienda. Los militares registraron toda su casa, revolcando sus pertenencias. En medio de la búsqueda hallaron una escopeta de propiedad de José del Carmen con la cual él salía a cazar. Luego a José del Carmen le dicen que habían hallado material explosivo en su morada y estaban poniendo como testigo de este hecho a su vecino. José del Carmen dice no reconocer ese material pues es un montaje del ejército para justificar los destrozos que causan en la vivienda.

José del Carmen fue retenido en su hogar junto con su familia y su vecino hasta las seis de la mañana del miércoles. A esa hora el ejército se retiró de la vivienda expresándole a su esposa que se preparara, que en un buen tiempo no lo vería pues se iba para la cárcel. La esposa salió detrás de José del Carmen, pero los soldados la intimidaron y la obligaron a regresar. Ante esta situación, la familia del detenido empezó a convocar a la comunidad para ir en comisión a buscarlo e indagar sobre su paradero y el motivo de su detención. El jueves 20 de marzo, a la una de la tarde, se reúnen 19 personas y empiezan camino en búsqueda del ejército. A las cuatro de la tarde llegaron a la quebrada El Perico, que es el límite de la vereda Costa Rica con Vegas de Oriente. Allí se encontraban los efectivos del ejército que habían detenido a José del Carmen, quienes al ver la comisión la detienen. La comunidad les solicita que se identifiquen, motivo por el cual un soldado manifiesta pertenecer al Gmaza Caballería de Cúcuta; luego otro soldado se identificó como cabo primero Ramírez Téllez de la Brigada Móvil No. 30, quien le dijo a la comisión que José del Carmen se encontraba bien, que ellos le han dado buen trato y que era mejor que se marcharan porque lo iban a poner a disposición de la Fiscalía. Finalmente la comisión se retiró ante la actitud indolente del ejército.

El viernes 21 de marzo, la comisión se había fortalecido y ya eran 34 las personas que la integraban. Ese mismo día en horas de la mañana, sale la comisión nuevamente a la quebrada El Perico, lugar donde continuaban los militares. Estando ahí, la comunidad empieza a reclamarle al ejército que querían ver a José del Carmen para saber en qué condiciones se encontraba, si estaba vivo o muerto. Ante la presión de la comunidad, los militares que no quisieron decir a qué unidad estaban adscritos, empezaron a insultar a los miembros de la comisión y finalmente les manifestaron que había que esperar a que llegara la Fiscalía.

Ya siendo las dos de la tarde los militares preguntaron por el presidente de la junta de acción comunal y lo autorizaron para que viera a José del Carmen. Pero para sorpresa de todos, cuando el presidente de la junta regresa y se encuentra con la comisión, no puede evitar llorar, pues para sorpresa de todos el presidente había hecho reconocimiento del cuerpo sin vida de José del Carmen.

Finalmente, como si fuera poco, el mando a cargo que se identificó como miembro de la Brigada Móvil 15, le solicitó al presidente que separara a los familiares de la víctima de la comisión, motivo por el cual la comunidad en pleno respondió que todos eran su familia. Ante esta respuesta el mando les manifestó que ese viernes 21 de marzo se habían presentado combates y que José del Carmen había muerto en combate.

Este hecho no sólo se constituye en una violación e infracción a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, sino también se ha convertido en una práctica recurrente del Ejército Nacional, donde en vez de defender y proteger a la población civil se vuelve su victimario, aprovechando el estado de indefensión del campesinado y abusando de la autoridad que las leyes colombianas le han otorgado.

Se hace importante denunciar que el Ejército Nacional, en este caso la Brigada Móvil No. 15 bajo el mando del coronel Rubén Darío Castro, ha asumido una posición negligente y mentirosa no sólo ante la comunidad sino también con las mismas instituciones del Ministerio Público, pues ante la llamada del personero municipal, Castro le manifestó que sus tropas no se encontraban operando en la vereda Costa Rica. Sin embargo, ante la llamada del suegro de José del Carmen a Castro, éste le dijo inicialmente que podrían reclamar el cadáver en Ocaña y luego dijo que si querían lo podían reclamar ahí mismo en la quebrada El Perico, como si fuese el ejército la autoridad pertinente para hacer la entrega del cuerpo sin vida.

La muerte de José del Carmen Durán demuestra una vez más los atropellos que la fuerza pública comete con la población campesina de la región del Catatumbo, pues de manera ilegal y arbitraria, sin mediar orden judicial, ingresaron y allanaron la vivienda de José del Carmen, realizando montajes con material explosivo, reteniendo ilegalmente a seis personas por más de 15 horas, entre ellos tres menores de edad. No suficiente con eso, detienen a José del Carmen justificados en la farsa que montaron y finalmente desconocen el deber de cuidado que deben tener con los civiles, con las personas protegidas como lo era José del Carmen y más cuando están bajo su responsabilidad. Nuevamente el ejército ejecuta al campesinado para justificar la efectividad de la política de “seguridad democrática” que so pretexto de la lucha contrainsurgente se ha vuelto en la justificación facilista de un ejército asesino y violador de los derechos humanos.

ESTADO DE LA LIBERTAD DE PRENSA

Desde 1998, la FLIP monitorea y documenta, a través de su Red de Alerta y Protección a Periodistas (RAP), las agresiones contra la prensa. 'El desafío de informar en Colombia' compila los datos obtenidos a lo largo del año que finalizó y ofrece un panorama revelador sobre la situación que atraviesa el periodismo en nuestro país.

En total, en 2007 se reportaron 162 violaciones a la libertad de prensa, lo que implicó casi una agresión contra el periodismo cada dos días. De ellas, más del 50% revistieron la forma de amenazas que recibieron los comunicadores con motivo de su tarea informativa. La gravedad de estos hechos incluso llevó a 16 periodistas a abandonar sus lugares de origen, y así sumarse al gran número de personas que se desplaza dentro del país.

En cuanto a los asesinatos de periodistas, el año pasado se contabilizaron dos. En enero de 2007, en Istmina, Chocó, fue reportado el homicidio del periodista y abogado Elacio Murillo Mosquera; mientras que en septiembre del mismo año, en Cartago, Valle, fue encontrado muerto el periodista Rubén Darío Arroyave. La muerte de ambos comunicadores tuvo su origen aparentemente en sus actividades periodísticas.

Además de amenazas y asesinatos, los profesionales de la información fueron principalmente víctimas de tratos inhumanos o degradantes, y obstrucciones al trabajo periodístico. En general, los autores de estos actos se mantienen como desconocidos; ni los periodistas pudieron suponer quién pudo agredirlos, ni las autoridades pudieron identificar de donde provinieron las agresiones.


En segundo lugar, como presuntos autores de las violaciones a la libertad de prensa, aparecen los grupos armados paramilitares. Alrededor del 19% de las agresiones recibidas por periodistas provendrían de estos grupos, a pesar de que el año pasado se cumplieron cuatro años del inicio del proceso de desmovilización y
dos de la vigencia de la Ley de Justicia y Paz.

Más abajo, en la lista de presuntos autores, aparecen la guerrilla de las FARC, los ciudadanos particulares, los funcionarios públicos y miembros de la fuerza pública. Estos dos últimos actores se mencionan como autores del 21% de las violaciones a la libertad de prensa. Lo grave de la situación: en ciertos casos aparecen como presuntos autores de actos a los que usualmente recurren los grupos armados ilegales, como amenazas y tratos inhumanos o degradantes contra la prensa.

Para contrarrestar estos hechos, el gobierno cuenta con un programa de protección a periodistas dentro del Ministerio del Interior. Sin desconocer las labores que este programa lleva adelante, la FLIP observa que se presentan irregularidades que atentan contra la seguridad de la prensa, como las demoras o incumplimientos
totales o parciales en la implementación de medidas de protección para los periodistas.

Toda esta información se encuentra con detalle en 'El desafío de informar en Colombia'. A partir de este informe, la FLIP pretende llamar la atención sobre las autoridades, para que se desarrollen tareas preventivas y se sancione a los autores de estos hechos; sobre las organizaciones que procuran la protección de la libertad de prensa, para que unan sus esfuerzos en su labor; y sobre la sociedad en general, a fin de dar a conocer la situación que padecen quienes
día a día afrontan el desafío de informar en Colombia.

EL RUIDO DE LA GUERRA

Desde 1948 el país ha esbozado diferentes formaciones políticas e inexorablemente las movilizaciones populares han marcado las diversas dinámicas de democratización social, en un conflicto bastante ruidoso, desde una perspectiva de guerra poblacional, de intereses particulares y colectivos, motivados por la forma político-clientelista de los gobiernos de turno y aprovechada por las estructuras de reproducción revolucionaria, por las organizaciones neoliberales - apoyadas en tesis partidistas - en la búsqueda del poder; y por la fragmentación de las redes sociales en zonas rurales de alto riesgo ético, moral y civil.

Después de vivir las expresiones de solidaridad y convivencia en el país cuando se marchó el pasado 4 de febrero en contra de la guerra, en contra del conflicto guerrerista de la guerrilla en las montañas de Colombia y a favor del acuerdo humanitario – así este no haya sido el objetivo principal de la manifestación – queda demostrado que unidos somos más y que las voces – independientemente de cualquier tendencia política y social, credo o actividad étnico cultural – se escucharon por el mundo acallando el ruido de la guerra que tanto daño nos ha dejado, una herencia que jamás los colombianos hemos pedido. El drama de las familias de nuestros secuestrados es comprensible y entendible y el no haberse manifestado es respetable cuando el temor de decirle a las FARC: ¡no más! puede significar represalias para los cautivos de la selva. Por esa razón desde mis labores diarias quiero empezar a proponer una gran marcha que nos lleve a los centros de concentración de la guerrilla.

Son millones contra no más de veinte mil guerrilleros. Juntos podemos ayudar a liberar.

GUERRILLA: Fabricante de horrores

La angustia humana por ver nuestros seres queridos en casa hace pensar que este año no será fácil para ninguno de los colombianos y precisa el estruendo de un proceso que no tiene futuro en medio de un presente perverso que no aventura ni sosiego ni reposo. Estamos al frente de una guerrilla qué no entiende qué la izquierda debe cambiar su rumbo y pensar en una revolución democrática a través de la política y no de las armas.

Es el enfrentamiento de los poderes, de los gustos, de los ideales y muchas veces de las emociones de recordar el pasado, de no olvidar lo acontecido hace más de cincuenta años. La historia de Colombia pertenece en gran medida a los hechos de la guerra, a su conflicto social, económico y político, a tener una cabeza inhumana que dice llamarse Manuel Marulanda y que hace pensar que no tiene corazón, un fabricante de todos los horrores de nuestro país. Se empieza un año para muchas personas de igual forma, a trabajar, a estudiar y a tratar de sobrevivir con las penurias que deja un salario paupérrimo. Los colombianos están emigrando a otros países porque las posibilidades en nuestra tierra no son las mejores, vivimos a la sombra de la guerra, de los delincuentes, de una cadena de situaciones negativas que nos muestra un camino poco alentador, bastante triste para la aspiración humana.

En fin, hay que vivir la vida con las fuerzas morales que Dios nos dio, porque no podemos exigir más. A mis lectores mis mejores deseos y un próspero 2008, más positivo y menos triste.

CARTA A MI NIETO EMMANUEL

Mi querido nietecito Emmanuel. Tú, mi querido niño, con tus tres años apenas cumplidos. Que acabas de salir del cascarón, con tu nivel de conciencia no puedes medir la realidad, tienes un entorno, que pudiera ser muy amplio, pero que resulta limitado porque no puedes salir, no te permiten pasear, al dar tus pasitos todavía inseguros, no puedes calcular la cantidad de riesgos a los que te enfrentas.

Que necesitas a tu mamacita para que ella con todo su amor no solo te proteja, sino te de la mano y te alce en el momento que tropieces, en el momento que te caigas. Que te guíe para que tu camino no sea tan azaroso y peligroso. Y así librarte de tantas asechanzas y riesgos que niños como tú no están exentos de tener.

Pero nos han dicho, que ella no está a tu lado. ¿Será cierto ? ¿Será posible que ella no puede protegerte? ¿Qué ella no puede cuidarte ? ¿Qué ella no puede darte su cariño como toda madre puede hacerlo y debiera hacerlo ? ¿Qué la mantienen aislada? Y a ti te separan de ella ? Cómo es posible esto ? Hay alguna razón para hacerte sufrir a ti, hacen sufrir a tu madre… Me hacen sufrir a mí, a tu abuela.

Entiendo que eres muy mono, que eres muy querido, que a su manera quieren protegerte. En tu edad todos los niños son muy graciosos, estás empezando a experimentar el mundo, a conocerlo, a tratar de ubicarte.

Por ello mismo es por lo que corres tantos peligros! Cuánto quisiera protegerte! ¡Cuánto quisiera mimarte ¡OH!… ¡cuánto diera por verte! ¡cuánto diera por tenerte entre mis brazos! Siento una añoranza infinita!… Recuerdo cuando tu madre tenía tu edad. A sus tres años era tan graciosa, tenia una sonrisa que encantaba, son esos momentos los que nunca podré olvidar, su cándida sonrisa, siempre me acompañan para seguir recordándola… Sus mejillas sonrosadas, llenitas… tan tiernas… tan adorables… La recuerdo con sus pequeños bucles, te imagino a ti, mi adorado Emmanuel.

Te imagino posiblemente tan semejante a tu bella madre, quien desde pequeñita significó tanta alegría, tanta felicidad para mí, tanta felicidad para su Padre, quien después de cuatro varones, teníamos el más maravilloso premio, que Dios nos colmaba con creces, con la llegada a nuestro hogar de nuestra adorada hija, a quien hicimos bautizar con el nombre de Clara Leticia que significa en latín, “pura alegría”.

Este nombre fue seleccionado por mi padre, quizás porque yo también signifiqué para mis padres tanta alegría como la que experimentamos cuando naciste tú, hija adorada. De ahí que llevamos el mismo nombre.

Cuánta falta me hacen los dos… Cuánto quisiera que los tiempos pudieran cambiar. Como necesitan cambiar tantas situaciones… Cuánto queremos por fín verlos y abrazarlos fuertemente. Tenerlos muy cerca a mi corazón.

Queremos su libertad, queremos… será posible ? QUEREMOS QUE SEAN ¡LIBRES !

Querido Emmanuel, algún día crecerás y podrás leer estas líneas, espero que no sea tarde para mí. Y hayas podido seguir adelante. Pero sobre todo, puedas sacar una lección útil, que hoy nos da la vida. Con todo mi amor, Tu abuelita, Clara.

POBREZA vs. CONFLICTO

La desigualdad, la exclusión racial, las escasas oportunidades, los sentimientos de frustración y de injusticia de los caleños y tantos más problemas sociales ha llevado a nuestras comunidades y en particular a los afrodescendientes raizales abstraídos de la costa pacífica, a un estado de pobreza absoluto en donde el marcado rechazo social explica el por qué de la relación entre la existencia de violencia y la falta de institucionalidad.
Es por esa razón, que nuestros nuevos dirigentes deben enfrentar la difícil tarea de salvar a Cali en una época de expansión económica que no ha favorecido a la población pobre. El reto es convertir a la ciudad en un territorio seguro y amable, cívico y renovado; y en sus políticas municipales cabe pedir la construcción de imaginarios positivos con soluciones reales, para que nuestros niños, nuestros jóvenes y nuestros adultos mayores vuelvan a soñar y creer, en condiciones más íntegras, confiados en un mañana productivo. La pobreza ha incidido en la generación del conflicto en las calles, en donde se ha recrudecido mucho más la delincuencia juvenil, al punto de tenerlos como objetos de la ilegalidad en extrema vulnerabilidad.
La violencia y la pobreza son el resultado de muchos factores que hacen indicar la débil presencia del Estado. A la ciudad le urge una política municipal de liderazgo ciudadano que adquiera vida propia y le dé respuesta a las necesidades más sentidas de los habitantes de Cali.
¡Bienvenido!, médico Ospina, y que Dios te acompañe en este duro camino de sacar adelante nuestra ciudad. Desde aquí: ¡Te apoyamos!

¿HABLAR O CALLAR?

El miedo lleva a medios y a periodistas
a no informar bien, o a dar informaciones parciales o,
lo que es peor, a callar graves problemas que aquejan
a su comunidad.

Una vez más mi indeclinable decisión de defender la libertad de expresión periodística, después de tan reprochable hecho como el vivido la semana anterior cuando el periodista Gonzalo Guillen fue amenazado y obligado a abandonar el país por hablar cosas en las que involucró a la persona inadecuada. Esta nueva agresión contra el periodismo, que viola no solo la libertad de expresión y pensamiento, sino el derecho a recibir información seria y veraz como manda la constitución colombiana, reafirma que los responsables no están lejos de ser los mismos: funcionarios públicos, paramilitares, guerrilleros o narcotraficantes.

En Colombia se atropella la libertad de prensa de una manera injusta y la regla general vuelve a hacer la misma: IMPUNIDAD. Después del ataque contra Guillen se aprovechó al mandatario de todos los colombianos para preguntarle sobre la situación del periodista en mención y este sin diplomacia alguna se salió de la ropa nuevamente contestando de manera poco amable y en tono irónico: AMIGOS COMUNICADORES. Y sin entender la respuesta se le volvió a preguntar y este tajantemente dijo: YA RESPONDÍ. Esto deja muy claro que él que está con él es periodista amigo y el que no lo está es periodista enemigo. Para donde vamos con esta tragicomedia autoritaria que esta llevando al país a un régimen “furibista”. Nos tocará quedarnos callados para no ser víctimas de amenazas y demás, porque así como va Colombia terminará siendo un país de sordomudos.
¡QUE TAL ESTO!

ESTUDIANTE POSTMODERNO: ¿Revoltoso o Líder?

No se puede pensar en confrontar un modelo concebido para defender las políticas de los sectores dirigenciales de la clase económica tradicional, cuando las alternativas de la resistencia no son las suficientes como para contrarrestar la institucionalidad de un sentir de estado autoritario y pragmático en su forma. Tan importante o más, es la construcción de profesionales pensantes que dimensionen la problemática del país con sentido critico y propositivo. Por eso, es tan necesario comprender la manera de pronunciarse cuando no se está de acuerdo con un programa, proceso, pensamiento, idea o con la identidad de un sistema.

Lo anterior, lo traigo a colación preocupado por la forma como algunos estudiantes universitarios o aprovechadores de las revueltas - que no pasan de ser unos delincuentes más de una acumulación de hechos sociales - han encontrado un espacio para hacer de las suyas afectando la integridad de lo público y desorientando la lucha –que debería ser pacífica- convirtiéndola en un encuentro de malandrines, que argumentan ser académicos de la causa revolucionaria.

La ciudad esta cansada de las protestas explosivas de unos desadaptados sociales que se toman la más bella de las universidades: La Universidad del Valle. Mucho se ha dicho de esto, la parte manifestante afirma: ¡No nos pueden callar, esta es nuestra manera de pronunciarnos!, y la parte estatal organizada que enfrenta, llámese Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) responde: ¡No más delincuentes en las universidades! Y a todo esto me cabe preguntar: ¿Quién tiene la razón? Lo único que puedo pensar a todo lo anterior es que el mecanismo por el cual estos personajes han optado por defender sus derechos no es el adecuado, más aún, cuando la forma de manifestarse afecta el verdadero ideal político de la izquierda social.

¡Hasta la próxima lenguones, y que la libertad de nuestros pensamientos sea el grito para alcanzar la paz!

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